Sunday, January 15, 2012

Bon jour! Guten Tag! Bom dia! ¡Hola!

¡Hola!  ¡Qué día tan bello!  Lo pasamos bien rico -- empezamos con el "desayuno continental" :  muy continental, porque escuchamos varios idiomas en el hotel:  el alemán, el francés, el portugués, el ruso en la calle, y varios dialectos del español (de España, de la Argentina...)  ... ¡un desayuno muy continental!

Fuimos primero a una centro de proyecto comunitario para ayudar a los niños y a toda la comunidad.  Tienen proyectos para los alumnos y sus padres.  Nos impresionó mucho.  La directora nos habló y nos dijo que los profesionales del barrio ayudan con los proyectos. Una mamá ayuda en el centro, y el papá de otro alumno nos cantó "Guantanamera."   También dos jóvenes nos cantaron su "música fusión." 

Luego fuimos a una rumba, pero aquí significa una exhibición de la religión santería con murales que representan la cultura y la religión africana.  Nos gustó especiamente ver y escuchar la música y la danza del estilo afrocubano.  Lo combinaron todo con frases de la literatura en los murales.  (Tendremos fotos --muchas fotos-- cuando tengamos mejor conectividad.)

El transporte aquí es interesantísimo:  vimos un "Cocotaxi,"  que es un taxi chiquito de tres ruedas con casco de coco.  Caben dos personas, y una persona en frente con el volante en forma de palanca de control de los juegos de video.  Pero aún más interesante fue la "Bicitaxi," de fabricación particular, que consiste en una bicicleta de enfrente y dos aientos detrás, con techo amarillo.  Las "velocidades"  son los músculos del bicitaxista.  Dimos una vuelta por la manzana y platicamos con el bicitaxista.


Después de caminar por la ciudad (hasta que las ampollas de los dedos del pie tienen ampollas), salimos para cenar en un restaurante (¡pescado!) cerca de El Morro. Era rico, luego fuimos a una fortaleza española colonial--la fortaleza más grande de las Américas-- para ver una ceremonia impresionante:  el Cañonazo.  Cada noche a las 9 prenden fuego al cañón para recordar a los coloniales cuando los piratas amenazaban La Habana.  Cada noche cerraron la bahía colocando una cadena por la entrada a la bahía.  El cañonazo les indicaba que se cerraba la bahía y la ciudad, y que la gente tenía la seguridad durante la noche.


Después fuimos a un restaurante en el Malecón, y comimos la especialidad cubana:  aquí todo el mundo come pescado.  Luego caminamos por La Habana Vieja:  conocimos las cuatro plazas, la catedral, la cámara oscura, y varios museos.



En todo, lo pasamos bien rico:  hace buen tiempo con el cielo azul, las suaves brisas del mar, y las temperaturas perfectas.

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